LA QUESADILLA
Salgo de clase, ando pensando en irme a casa. El profesor, en su afán
de terminar rápido, nos convence de ir a un Mejicano. Ohhh!!!! no me gustan, me
duele el estómago. Además es una noche muy húmeda y hace frío. Me convencen. Tengo
frio. No sé qué comer. Miro la carta. Nada me convence. Por fin...una
quesadilla de jamón y queso, es lo que mejor le puede ir a mi estómago. Estoy
contenta por fin sé qué comer y me voy a pedir una coronita. Cual es mi
sorpresa cuando veo que no todo el mundo está contento. ¿Por qué estamos aqui?
¿miedo al profe? ¿Sumisión a la autoridad?
Uhmmmm!! No quieren pique, no quieren cilantro. La camarera se ennervia.
La conversación toma unos derroteros kafquianos. Cada uno despliega sus
armas...Erika es una sabionda crítica, Nacho maneja muy bien la ironía. María
sumisa, todo le parece bien. Las
camareras poco entregadas. Y yo, Rosa,
decidida a comerme la quesadilla de jamón y queso... No la como no. No. Las
camareras desganadas, probablemente poco sueldo. La conversación me cansa,
fluye entre lo anodino, irónico y surrealista...
¿que van a tomar? ¿tú que vas a tomar? no me gusta el cilantro, lo que sea sin
cilantro, y
yo sin pique ¿me
pone una coronita? y yo otra ¿y de comer?
no puede tener pique, ¡qué frio! ¿por qué
hemos venido aquí?, ¡hace humedad!! este sitio no me gusta, una
quesadilla de jamon cocido!!! de eso no
tengo, ¡si está en la carta! ¡eso no lo pide nadie no vienes a un mejicano a
pedir esto, pues yo quiero una
quesadilla de jamon y queso, pero eso no tenemos…pues te aconsejo que te
llegues al dia y la compres…de verdad!!!!
¡¡¡ Es Que Está En La Carta!!!! ¿tenemos jamón cocido? voy a ver…si
tenemos, si, tenemos jamón cocido, ¡¡¡¡hay que ver la que estás liando!!!! ¡¡¡¡PERO SI ESTÁ EN LA CARTA!!!!! VES CÓMO
TIENEN , ¡¡¡eso no lo pide nadie!!! ¡¡¡te van a poner una suela de zapato
jajajajajaj!!!!!!! a mi no me gusta
el pique, a mi tampoco…. ¿por qué hemos venido aqui? la
quesadilla de jamón y queso, lo
siento se ha ido…tenia mucho frio….
Si me fui. Y esto fue lo último que escuché
mientras me marchaba. No. No miré hacia atrás, no volví la cabeza. No. No me
interesaba ver la cara de pánfila que se le quedaria a la camarera... ni las conversaciones
de mis compañeros poniéndome verde. Realmente estaba contenta. Me dolia el
estomago. No me gusta la comida mejicana. No quería comer. Tenía frio... Una
ducha y a dormir... Estaba harta de escuchar estupideces...
...al llegar a casa tenía una nota de mi
hija "mamá, mi amiga Berta, la
mejicana, se ha quedado a dormir, en el horno tienes una quesadilla...están
exquisitas!!!!!”
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