Cuestión de estilo.
La madre estaba sentada en el sofá, con los ojos
encogidos intentando leer la pantalla del móvil, hasta que se da cuenta que no
llevaba las gafas. Se inclina hasta la mesita, estira la mano y ve por el
rabillo del ojo a su hija asomada en el quicio de la puerta. Llevaba el pelo
recogido en una coleta de cualquier manera, mirándole con cara de pena y
mordiéndose la uña.
-¿Que pasa? -
-Mamá ...
-uf..verás¿que quieres? Dime- dejando el móvil en
el regazo.
- Es que.. No sé...
- ¿Qué? Que me tienes en ascuas -
-Necesito ropa nueva- exclamó con los brazos y las
manos abiertas.
-Claro que sí, y yo necesito un cortacésped.
-Mamá, en serio-
-En serio te lo digo, es de vital importancia, y
con eso solo me faltaría un jardín-
-Mamá - se acerca al sofá, se sienta, más bien, se
deja caer adoptando la postura de quien lleva unas carga enorme sobre sus
hombros. -Es que no tengo nada que ponerme, -lloriqueando- no me queda nada
bien.
-Hija, si tienes más camisetas que excusas,
podrías montar una tienda.
La hija pone los ojos en blanco, suspira, se
levanta y se da un ajuste a la coleta.La deja más doblada aún.
- Mamá, escúchame porfa. Mis amigas van siempre
siempre siempre de estreno-
-¿Siempre? lo dudo-
-Bueno, casi. Pero yo sí que siempre voy igual. No
tengo nada que me identifique.- los brazos en jarra.
-Si el otro día te pusiste un pantalón mío de
1992 y dijiste que era divino, vintage,-le guiña-además es verdad que te
quedaba pintado.Tú tienes estilo propio,y con lo que te gusta ser
ecológica, eso incluye el exceso de consumo en ropa.
La hija levanta la ceja, aprieta los labios y duda
un momento.
Se deja caer en el sofá de nuevo.- ¿no podría
comprarme algo?
- Vamos a hacer una cosa, vas a ordenar tu cuarto,
revisamos ese monton de ropa y si no aparece ninguna prenda posterior al 2023,
salimos a mirar algo.
-¿A mirar o a comprar?
-A mirar con expectativas.
Se levanta y se va por el pasillo camino a su
cuarto, se gira, mira a su madre- ¿de verdad piensas que tengo estilo?. Sonríe.
-Por supuesto que lo pienso, y tú lo descubrirás
también.
Endereza la espalda y sigue sonriendo hacia su
cuarto.
La madre se coloca las gafas para el cerca y
piensa- voy a ver el saldo de la cuenta, por si acaso-.
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