CONVERSACIÓN TELEFÓNICA CON MI HIJA
Estaba calentado un vaso de sopa cuando sonó el teléfono,
era mi hija que hacía algo más de media hora que se había ido para Montilla.
Descuelgo un poco nerviosa porque me parecía pronto para que ya hubiesen
llegado.
«¿Habrá pasado algo? Pensé»
—Hola, ¿ya habéis llegado?
—¡Nooo! Es que me
acabo de acordar que me he dejado el cargador ahí.
—Vaya. Pero tienes otro, ¿no?
—Siii, pero ese es el rápido.
—Pues ya hasta dentro de dos semana… ¿Por dónde vais?
—Cerca de Cabra.
—Ya queda poco, no corráis. Avisa cuando lleguéis. ¡Ah!
¿Habéis comprado el árbol?
—No. El que nos gustaba estaba agotado y los otros muy
caros. Javi dice que compremos uno natural y luego lo plantemos en su campo.
—¡Bueno! ¡También!.
Pregunta si para los gatos son buenos. Ya sabes que algunas plantas no les
vienen bien.
—Pues eso no lo habíamos pensado.
—Yo creo que no pasa nada, pero por si acaso.
—Pues sí. Lo miraré en internet.
«¡¡¡Ohh!!! Se ha cortado» «La llamaré en un ratillo»
No hay comentarios:
Publicar un comentario