El piercing
—Me he encontrado con la madre de tu amiga Noelia.
—¡Ah, qué bien!
—Está muy enfadada con ella.
—¿Y eso por qué?
—Me ha contado que se ha hecho un piercing.
—¡No me digas!
—Me ha preguntado si tu te habías hecho uno, y yo lo he dicho que
¡mi hija no!
—Yo hace días que no la veo
—Porque tu no te has hecho ninguno, ¿no?
—¿Yo? Por supuesto que nooooo, ¡qué dolor!
—Eso lo he dicho yo, y ella muy enfadada.
—¡Ya!.
—Porque a ti no se te ocurrirá eso, ¿verdad?
—Claro que no, ¿cómo voy a hacerme un piercing yo?
—Pues como se lo ha hecho ella, y además estáis siempre juntas.
—Ya te he dicho que hace días que no la veo.
—Pues se lo verás.
—¿Por qué?
— Porque dice que se ha hecho uno en un pezón y otro en el labio.
—¿En el labio?
—Y en el pezón.
—Noooo, ¡qué dolor!
—¡Pues eso! ¡Nada de piercing!
—¡Noooo!, que esos también duelen.
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RELATO CORREGIDO
El piercing
—Me he encontrado con la madre de tu amiga
Noelia.
—¡Ah, qué bien!
—Está muy enfadada con ella.
—¿Y eso por qué?
—Me ha contado que se ha hecho un piercing.
—¡No me digas!
—Me ha preguntado si tú te habías hecho
uno, y yo lo he dicho que ¡mi hija no!
—Yo hace días que no la veo.
—Porque tú no te has hecho ninguno, ¿no?
—¿Yo? Por supuesto que nooooo, ¡qué dolor!
—Eso lo he dicho yo, y ella muy enfadada.
—¡Ya!
—Porque a ti no se te ocurrirá eso,
¿verdad?
—Claro que no, ¿cómo voy a hacerme un
piercing yo?
—Pues como se lo ha hecho ella, y además
estáis siempre juntas.
—Ya te he dicho que hace días que no la
veo.
—Pues se lo verás.
—¿Por qué?
—Porque dice que se ha hecho uno en un
pezón y otro en el labio.
—¿En el labio?
—Y en el pezón.
—Noooo, ¡qué dolor!
—¡Pues eso! ¡Nada de piercing!
—¡Noooo!, que esos también duelen.
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